martes, 18 de septiembre de 2007

Mi columna semanal en la revista "Veintitres"

El Capitán del Espacio Contraataca

Para los entendidos es uno de los mejores alfajores del universo. Un diálogo sobre las bondades del Jorgito, el Terrabusi y el Fantoche

(publicada el 13-9-2007, año 10, número 480, Bs.As.)


Por Víctor Ego Ducrot


Los taxis de Buenos Aires pueden casi todo, si hasta sacarlo a uno de la fiaca intelectual que provoca la víspera de un 11 de septiembre, que en materia de efemérides suena a demasiado. Por ejemplo soportar al señor Bush que anda buscando a un tal Osama, cuando pocas dudas quedan que los de la Casa Blanca lo tienen a buen recaudo; o deslizar una lágrima más por la balas de los “prostibularios caciques” (gracias Neruda) que arrasaron en Santiago; o ponerse colorado, de vergüenza o de ira, por el numen de los maestros argentinos, quien exigía ausencia de negros y pobres en las cámaras del Congreso.

Pero por suerte, los taxis de Buenos Aires casi siempre ofrecen una buena ración de ungüentos para nuestra memoria maltratada.

El sábado pasado, en medio de una noche con la tanta humedad que a veces sólo parece posible cuando los porteños despiden al invierno, el gordo dicharachero que bajó la banderita para esa breve travesía que separa a Almagro de Villa Crespo tuvo el don de alegrarnos la vida.

- Sepa usted que el mejor de todos es El Capitán del Espacio; yo lo como desde la época en que mi vieja me lo compraba cada mañana, de chocolate o blanco, antes de llegar a la escuela, dijo él muy seguro de sí mismo.

- ¡Pero claro! Por fin un reconocimiento público así de contundente entre quienes, creo, pertenecemos a la cofradía de los amantes del alfajor argentino. Respondió ella entusiasta (ella es la hija del cronista, quien está por ser mamá pero jura no sumarse al coro mítico de los antojos).

Un verdadero diálogo tribal, al que no le faltó ni el contrapunto entre marcas y bondades varias, con Jorgito, Terrabusi, y Fantoche, ni mucho menos la exploración de una verdadera geografía alfajorera nacional. La misma que ratifica al Capitán con imperio en los arrabales del Sur, en otros tiempos de fábricas y talleres, mientras que a la novedad del momento, al Cachafáz, lo ubica como amo y señor en los kioscos de barrios con más pretensiones de cuatro por cuatro. Ni que hablar de cuando, casi al final del recorrido, el taxista y la dama la emprendieron con las distintas especies regionales, desde Mar del Plata y sus concensuados Havanna, hasta los de Córdoba y Santa Fe, sin olvidarse de otros que sólo son posibles para ellos, para los verdaderos iniciados.

No hay duda que, para los entendidos, El Capitán del Espacio se encuentra entre los mejores alfajores de producción nativa, que casi es lo mismo decir de producción universal, porque ese postre o golosina que tanto se extraña en el exterior y que una vez un sudafricano estuvo dispuesto a pagar en rupias verdes en el mismísimo aeropuerto de Johansburgo, es de este país como de la Buenos Aires colonial fueron los picarones con almíbar que la Perichona cocinaba para Liniers en sus tiempos de Virrey. Y valga aquí un paréntesis de historia: gracias una vez más a las voces moras que tanto nos acunan entre descansos sobre almohadas, saciedades de sed al pie de los aljibes y goces de lo dulce con sus… alfajores.

A las delicias del Capitán del Espacio las ubicamos en Retiro y en Constitución, y en Internet leímos que se venden en Lavalle y San Martín, en Bouchard al 400, a mitad de cuadra, y en Uruguay al 1100, casi esquina Arenales (compruébenlo ustedes mismos y nos cuentan). La fábrica está en Quilmes. Uno de sus fundadores y actual dueño se llama Angel Pascalis, y se sabe que es casi imposible lograr una entrevista con él.

Y ahora la gran pregunta: ¿Por qué ese nombre, título o marca, El Capitán del Espacio?

Según un artículo publicado en la página electrónica Infobrand, existen varias teorías. Algunas dicen que está inspirado en “El anillo del Capitán Beto”, uno de los temas que Luis Alberto Spinetta estrenó en 1973 cuando formaba parte del grupo Invisible (“Ahí va el Capitán Beto por el espacio, con su nave de fibra hecha en Haedo. Ayer colectivero, hoy amo entre los amos del aire…”.).

Otros sostienen que tal maravillosa definición es un homenaje a la llegada del hombre a la Luna, aunque es probable que resuma en una mirada, si se quiere entre burlona y dulce al mejor estilo de la repostería argentina, de aquella Guerra Fría que cuando se fue, y muy a pesar de los agoreros del “fin de la Historia”, no acabó con la diabólica manía que unos pocos tienen por quedarse con lo que es de muchos, o de todos. Es por eso que, desde los cielos del Sur, el Capitán del Espacio contraataca.

El Cocinólogo se sienta a la mesa...

Bienvenidos a El Cocinólogo...

Este es mi blog dedicado a reflexionar en conjunto sobre la cocina, lo culinario y lo gastronómico como patrimonio cultural.

Además, los invito a seguir mi programa Los Sabores de Buenos Aires, todos los sábados de 12 a 14 en AM 1110 Radio de la Ciudad, de Buenos Aires. Se puede escuchar en el sitio www.radiodelaciudad.gov.ar

Iremos volcando aqui artículos, comentarios e informaciones sobre el tema que nos ocupa.

Por ejemplo, entre el 20 y el 28 de agosto pasado, en Cuba y organizado por el Instituto Internacioanl de Periodismo José Martí, dicté el Seminario Teórico-Rráctico "La cocina como Patrimonio Cultural Intangible y las Posibilidades de un Periodismo Especializado de Nuevo Tipo".

El seminario contó con casi 70 participantes, entre periodistas, escritores, cocineros, docentes universitarios y creadores de distintos campos de la cultura. Se trató de una experiencia a reiterar en ese y otros ámbitos. Por los pronto, y como consecuencia del seminario, el Instituto Internacional de Periodismo José Martí dejó constituída su Cátedra "Periodismo, Cocina y Patrimonio Cultural", de la cual soy asesor académico.

Los objetivos del seminario dictado a fines de agosto fueron:

• Dotar a los estudiantes de un marco teórico e histórico respecto del concepto "cocina como patrimonio cultural intangible", articulado con las nociones de soberanía alimentaria, gastronomía sustentable y culinarias populares.
• Ubicar esos conceptos y sus debates respectivos como espacios y herramientas para la proposición y ejecución de un periodismo especializado de nuevo tipo, inscrito en las teorías y prácticas de la comunicación contrahegemónica y revolucionaria.
• Ejercitar producciones o procesos periodísticos concretos, escritos y audiovisuales.
• Proponer y poner en marcha uno o varios proyectos de investigación especializados.

Y el programa del mismo constió en:

Clase 1
Introducción al concepto "Intencionalidad Editorial: una propuesta teórica y metodológica para la producción y análisis de los procesos periodísticos". Introducción al concepto "patrimonio cultural intangible" y en ese marco al de "cocina" como parte del mismo.

Clase 2
La cocina y la palabra: revisión histórica, a modo de contexto, de las principales corrientes de la literatura y del periodismo gastronómico, desde sus antecedentes y orígenes (época clásica y Revolución Francesa respectivamente) hasta la actualidad. La cocina y sus palabras como categoría ideológica y potencialidad como herramienta para la reflexión revolucionaria (caso Sade y otros).

Clase 3
La cocina como patrimonio cultural intangible, en articulación con las nociones de soberanía alimentaria, gastronomía sustentable y cocinas populares. Marco teórico y casos (históricos y contemporáneos).

Clase 4
Ampliación de la Clase 3. La cocina en América Latina y el Caribe. Desde la culinaria "quilombera" de la resistencia contra la Conquista y la Colonización europea, hasta la culinaria "piquetera" o de los movimientos sociales contemporáneos en general.

Clase 5
La cocina como herramienta para acercarnos e interpretar procesos culturales más amplios. Revisión de aplicaciones concretas del marco teórico e histórico en casos actuales de literatura y periodismo gastronómico de nuevo tipo, para debatirlos como experiencias aplicables a otros casos, en diferentes contextos. Los procesos creadores de los libros Los sabores de la Patria, Los sabores de la Historia y Los sabores del Tango, del programa de TV Los sabores de la Patria y del programa de radio Los sabores de Buenos Aires. Otros casos.

Clase 6
Debate en clase de propuestas concretas de producciones periodísticas y/o investigaciones especializadas, que deben surgir como aplicación práctica del Seminario

Clase 7
Seguimiento y avance de trabajos surgidos en la Clase VI

Quien escribe, El Cocinólogo, es periodista, escritor y profesor en la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la Univeridad Nacional de La Plata (UNLP), de Argetina. Es además investigador sobre culinaria popular patrocinado por la Dirección de Patrimonio Cultural del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, integrante de la Cátedra Soberanía Alimentaria de la UNLP y director de la Agencia Periodística del MERCOSUR (APM). Es autor de varios libros especializados en cocina como patrimonio cultural intangible y creador de programas de TV y Radio sobre el mismo tema.

Víctor Ego Ducrot